La reducción de costos es la clave para que las empresas salgan del «tsunami financiero» actual, consideró el gerente senior de la Práctica de Mejora de Procesos de la consultora KPMG en México, Andrés Aldama.
Opinó que para lograr la competitividad en momentos de incertidumbre como los que se viven a nivel mundial, es importante tomar en cuenta tanto el tipo de acciones requeridas para alcanzar las metas, como las condiciones cambiantes que están definiendo los mercados.
«La clave del juego es encontrar cada vez mejores esquemas para que por medio del incremento de la eficiencia a los menores costos, las organizaciones salgan avante del `tsunami financiero» y todo lo que se está generando de consecuencias dentro los diferentes sectores de la industria», añadió.
El aumento de la volatilidad económica, mercados mundiales cada vez más competitivos y riesgos derivados de las variables financieras actuales, hacen que sea imperativo para las organizaciones centrarse en su estrategia para la significativa reducción de costos, sostuvo.
Aldama recomendó que para hacer frente a este nuevo entorno las empresas deben centrarse en tener información oportuna, precisa y perspicaz como elemento clave para la ejecución eficaz del negocio.
Así como revisar la complejidad de su negocio y hacer las modificaciones estructurales necesarias para adaptar mejor sus procesos, rompiendo los paradigmas de «así ha funcionado desde hace mucho tiempo y no debe cambiar».
Además, de analizar la posibilidad de modificar los modelos de negocio que actualmente se realizan buscando el incremento sustancial del rendimiento y la eficiencia de las empresas a mediano y largo plazo, y no limitarse sólo a la reducción de costos al corto plazo.
Refirió que el estudio «Perspectivas de la Alta Dirección en México 2008«, de KPMG y la Asociación Mexicana de Estándares para el Comercio Electrónico (AMECE) muestra las prioridades que tienen las empresas de diferentes sectores en México para elevar la productividad.
El estudio refleja que la preponderancia sigue y seguirá siendo el cliente, ya que 85 por ciento de las empresas participantes asegura que sus estrategias para sobrevivir en esta situación deben focalizarse en la satisfacción de los clientes.
Sigue Reducción de costos
No obstante, precisó, es necesario pensar y diseñar esquemas bajo los cuales no sólo se entregue un producto o un servicio específico a los clientes, sino que se vaya más allá, es decir, se lleguen a mostrar diferenciadores reales contra la competencia.
Dichos diferenciadores -abundó- deberán basarse en valor agregado que se ofrezca, como servicios complementarios o productos commodities, entre otros, con niveles de calidad sobresalientes y en escalas de precios justos.
El especialista sostuvo que también el 85 por ciento de las organizaciones consideró como estrategia prioritaria la reducción de costos y maximizar las capacidades productivas, y 79 por ciento entiende que la mejora de los procesos y su desempeño es necesaria para competir en el entorno actual.
«Ambas estrategias van muy ligadas a orientar esfuerzos al cliente. Las empresas deben convencerse que si se sigue haciendo lo mismo, la posibilidad de obtener resultados distintos es nula, lo cual tarde o temprano les afectará negativamente en sus resultados».
Por ello, sugirió pensar en nuevas formas de operar como la contratación de tercerización de servicios (outsourcing) en funciones que no son el corazón del negocio (finanzas, tecnologías de información, mantenimiento, limpieza, transportación, etc.), o la creación de modelos de centros de servicios compartidos (shared services).
Fuente:
SDPNoticias.com
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