«Un ‘Master’ Equivale a 10 Años de Experiencia Laboral»

Un MBA Equivale a 10 Años de Experiencia Laboral
Un MBA Equivale a 10 Años de Experiencia Laboral

Quería volver a España, mejorar su carrera profesional y poder optar a otras actividades diferentes a la gestión de fondos de inversión, a la que estaba dedicado. Esta es la tesitura en que se encontraba Pedro Gaviria a sus 26 años.

Este licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto llevaba dos años trabajando en un banco londinense. Fue entonces cuando se planteó la realización de un Master in Business Administration (MBA) y eligió el IESE en Barcelona.

Había oído hablar muy bien de este centro, que llevaba ya muchos años en funcionamiento, garantizando el acceso de sus alumnos a empleos interesantes y bien pagados.

Se encontró con un riguroso proceso de admisión en el que se valoraban los idiomas, la experiencia laboral, el expediente académico y, sobre todo, las ganas de sacar provecho del curso. &laqno;Aprecian a la gente con iniciativa, y la prueba es que muchos de los que hacen el curso montan su propia empresa al acabar», dice Pedro.
No sólo Económicas. Como requisito indispensable, exigían una licenciatura, pero que no tenía por qué ser de Ciencias Económicas o Empresariales. De hecho, entre los que solicitaban una plaza en el MBA había ingenieros, abogados e, incluso, farmacéuticos y veterinarios. Pedro considera que, en su caso particular, el dominio del inglés y el gran interés en hacer el curso fueron sus principales bazas a la hora de ser admitido.

Trabajó duro durante los dos años que duraba el curso. &laqno;Te dan muchos casos prácticos con los que aprendes a enfrentarte a problemas reales de las empresas, buscando las causas que los originaron y las posibles soluciones», explica Pedro. &laqno;Además, te obligan a lidiar con el estrés, ya que siempre te dan más trabajo del que puedas abarcar. Cuando crees que ya no das abasto con lo que tienes, te encargan un nuevo proyecto», añade.

Otro punto al que se le da mucha importancia es, en su opinión, el fomento del trabajo en equipo. Desde el primer día le adjudicaron unos compañeros con los que tuvo que aprender a trabajar, pues sus calificaciones dependían del resultado del esfuerzo común. &laqno;Me tocó un grupo de lo más heterogéneo. Había cinco extranjeros y dos españoles. Teníamos diferentes carreras y aptitudes; algunos eran muy buenos en números y a otros se les daban mal. Se trataba de aprender a combinar lo mejor de cada uno para que el producto final fuese el mejor posible», recuerda.

En este aspecto, Pedro critica al sistema universitario, que señala a los compañeros como enemigos en vez de enseñarles a colaborar, algo totalmente imprescindible para crear una empresa.

En general, Pedro valora positivamente la formación que recibió en el IESE. Considera la experiencia que recibió durante esos dos años equivalente a 10 años de ejercicio profesional, porque el programa MBA te permite analizar la problemática de un abanico muy amplio de empresas.

Contacto con la empresa. Los profesores que le dieron clase estaban bien cualificados. Todos ellos desarrollaban un trabajo de consultoría, aparte de la docencia, por lo que estaban en continuo contacto con la empresa. &laqno;El profesor de Marketing, por ejemplo, había colaborado en la campaña de lanzamiento de Haagen-Dazs y podía contarte miles de experiencias interesantes».

Asimismo, Pedro se siente muy satisfecho con la eficiencia de la bolsa de trabajo de su MBA. Continuamente aparecían ofertas de trabajo en un tablón de anuncios a las que, si estabas interesado, podías apuntarte. El departamento de Administración del IESE Business School se encargaba de mandarles el currículum.

Además, muchas entidades, como Citibank, acudían directamente a este centro para fichar nuevo personal. &laqno;Poco después de finalizar el master, el 90% de los alumnos tenía ya un buen empleo con un considerable sueldo», afirma Pedro, que tiene una explicación muy lógica para esto: &laqno;En el IESE son los primeros interesados en que quedes satisfecho con el MBA y consigas un buen puesto de trabajo. Sólo así pueden darse publicidad y seguir cobrando los casi tres millones de matrícula. Tienen que forjarse una buena fama para ser unos candidatos atractivos».

Desde luego, él cree que ha obtenido rentabilidad a la inversión. A través de la bolsa del MBA consiguió el empleo en ABN Amro que hoy desempeña. Trabaja en Bilbao, su ciudad, y le gusta su tarea de banca corporativa.

Fuente:Elmundo.es

PEDRO GAVIRIA
Cursó un MBA en el IESE

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