
Redacción:Por BusinessPeru
El auge continúa
• A pesar de la crisis internacional, los programas MBA no detuvieron su crecimiento en el Perú durante el año pasado.
• El número de alumnos continúa elevándose y aparecen nuevas modalidades de maestrías en administración.
• La crisis ha servido más bien para que las escuelas de negocios locales actualicen sus currículas y las modernicen.
• De continuar la actual tendencia, pronto poseer un MBA dejará de ser un elemento diferenciador para convertirse en un estándar.
Durante los últimos cinco años se ha producido una sorprendente expansión de la oferta de MBA (Master of Business Administration) en nuestro país, hecho que se ha manifestado de diversas maneras: nuevos formatos, más alternativas en cuanto a duración, mayor número de horarios, modalidades presenciales y virtuales, dobles grados y convenios, entre otras. Este excepcional dinamismo se sostuvo, hasta 2008, en las altas tasas de crecimiento de nuestra economía, la llegada masiva de inversionistas foráneos y las oportunidades de desarrollo empresarial en el Perú.Todo esto originó que las empresas demanden cada vez más los servicios de profesionales con estudios de postgrado (y en diferentes especialidades). Como consecuencia, se dinamizó la demanda de los profesionales por los programas MBA, lo que configuró un mercado que (como ya lo hemos señalado) ahora exhibe una mayor especialización de la oferta por parte de las propias escuelas de negocios.
Lo sorprendente de la evolución de este mercado es que incluso en un periodo de crisis, como el que se vivió el año pasado, las cifras son positivas. Si bien durante el primer semestre del año 2009 la demanda por los programas MBA se redujo, ante la inseguridad de muchos profesionales de afrontar un compromiso de largo plazo (en un escenario de débil crecimiento local y serias dificultades en la economía internacional), en el segundo semestre, con un panorama más claro a nivel nacional e internacional, la demanda de estudios de MBA se reactivó notablemente.
«La crisis representó una interesante oportunidad para muchas personas, quienes han invertido para mantenerse competitivas en el mercado. Esto ha hecho que se incremente, la demanda por los programas MBA en general», asevera Aldo Bresani, director del MBA de la Universidad Esan.
Mayor número de alumnos.
Durante 2009 en la Universidad Esan, por ejemplo (según Bresani), se triplicó el número de participantes del MBA a tiempo completo, mientras que se duplicó el del MBA a tiempo parcial.
La propia coyuntura internacional jugó a favor del mercado local. «Hubo menores posibilidades de acceder a un MBA en el extranjero, pues los mecanismos de financiamiento habituales para estudiantes extranjeros se redujeron sensiblemente, sobre todo en Estados Unidos», afirma Germán Ramírez-Gastón, director de la Escuela de Postgrado de la Universidad de Lima.
La crisis ha implicado también que se perfile mejor la oferta educativa de programas MBA en nuestro país. «La crisis nos ha obligado a investigar a fondo las necesidades, las posibilidades y los intereses de los alumnos potenciales», refiere Pablo Montalbetti, Director de los pro-gramas MBA Directivo y MBA Ejecutivo de la Escuela de Postgrado de la UPC.
Nuevos aprendizajes.
Tras la difícil situación por la que se atravesó el año pasado, ¿es el momento actual el más apropiado para comenzar a cursar un MBA? «No existe un momento ideal para estudiar una maestría, solamente hay excusas para postergarla. Quizás la crisis ha eliminado cualquier argumento para posponer la decisión. Además, con las alternativas de financiamiento que ahora existen, prácticamente todos tienen la posibilidad de cursar un MBA», señala Montalbetti.
Más aún: la difícil coyuntura que se ha vivido en los últimos años está generando nuevos aprendizajes, nuevos retos, nuevas oportunidades y también nuevos temores. Todo esto implica cambios importantes en la realidad empresarial, lo que está llevado a cursar una segunda maestría inclusive a personas que culminaron la primera hace mucho tiempo.
«En un mundo tan competitivo y globalizado como el que tenemos en este siglo XXI se exige cada día una mayor formación profesional, pero también desarrollo personal», subraya Víctor Hugo Visval, decano de la Escuela de Postgrado de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL).
Se debe tener en cuenta que una de las ventajas de contar con un título de postgrado es que este tiene una alta tasa de retorno en el mercado laboral (peruano e internacional), y su importancia no desaparece por una crisis coyuntural. «Nuestros profesionales saben que las crisis no duran para siempre; muchos aprovechan la oportunidad para mejorar sus capacidades y prepararse para cuando retorne la época de las “vacas gordas”», sostiene Germán Ramírez-Gastón.
Las tendencias.
El impacto de la crisis internacional ha motivado un mayor enfoque en determinados cursos; incluso se están llevando a cabo importantes cambios en el contenido de la currícula y en la metodología. «No podemos seguir enseñando a los hombres de negocios del siglo XXI con técnicas de los siglos XIX y XX, que ya se han tornado obsoletas», refiere Víctor Hugo Visval.
En su opinión, una de las principales causas de la crisis internacional que enfrenta el mundo desde 2008 ha sido la educación convencional, que involucra inclusive a los MBA. Según el decano de la Escuela de Postgrado de la USIL, la escasa comunicación y falta de integración existente entre las diferentes áreas de la empresa (hecho que se habría profundizado con la globalización), es resultado de la propuestas implícitas en la forma tradicional de enseñanza.
Para Víctor Hugo Visval, la empresa es como el cuerpo humano, que está integrado y conectado completamente: todos los órganos son importantes. Por lo tanto, al interior de la empresa las diversas áreas no pueden estar compitiendo; más bien, se debe desarrollar una propuesta integradora, a fin de enfrentar los retos hacia afuera y construir una visión de futuro. «En el MBA de la Escuela de Postgrado de la USIL, todos los profesores tienen la obligación de integrar su curso con las demás disciplinas», asevera Visval.
Finanzas y marketing.
Otra secuela de la difícil coyuntura global es que actualmente se constata un mayor énfasis en los cursos de finanzas y marketing. En el primer caso, eso se debe a la evolución de nuevos instrumentos financieros y la necesidad de entender qué rol han jugado dichos instrumentos en la crisis económica internacional.
En el caso de los cursos de marketing, la explicación radica en que la crisis ha obligado a nuestros empresarios a sacar el máximo provecho al diseño y la ejecución de estrategias de ventas, el uso de la tecnología informática y el planteamiento de campañas de publicidad eficaces. El propósito ha sido, por supuesto, minimizar costos, no perder participación de mercado y, sobre todo, no reducir la rentabilidad de sus negocios.
«Otro cambio que ha ocasionado la crisis internacional está relacionado con el rescate de los valores empresariales. La mejor expresión de estos cambios es la enseñanza de cursos de responsabilidad social en los programas MBA y la aparición de unidades de responsabilidad social corporativa en muchas empresas, sobre todo las de tamaño mediano y grande, tanto nacionales como extranjeras», explica Germán Ramírez-Gastón
Esos nuevos valores se manifiestan en planes y programas para el cuidado del medio ambiente, participación comunitaria y desarrollo local, entre otros elementos.
Cambios en los planes de estudios.
En el caso del programa MBA de la Escuela de Postgrado de la Universidad de Lima, se hicieron varios cambios en el plan de estudios. «Por un lado se incorporaron en los sílabos nuevos desarrollos técnicos en temas de administración, estrategia, finanzas y marketing. Asimismo, se diseñó un nuevo curso: Responsabilidad Social y Ética Empresarial. Se invitó a especialistas del mundo empresarial, la Iglesia y las ONG para que compartan sus experiencias con nuestros alumnos», anota Germán Ramírez-Gastón.
Por su parte, en la Universidad Esan se está dando particular importancia al desarrollo de las competencias gerenciales y la inteligencia emocional, sin descuidar las disciplinas tradicionales como finanzas, marketing u operaciones, entre otras.
«La tendencia en la Universidad Esan es hacia el desarrollo de las competencias geren-ciales como comunicación e interrelación y dirección. Obviamente, también nos enfocamos en la parte técnica de las áreas funcionales», comenta Aldo Bresani.
Atractivos de las escuelas.
Es conocido que el poblador peruano tiene una vocación por desarrollar su propia empresa y que ese ímpetu emprendedor lo ejercita en cuanto aprecia una posibilidad de hacer negocio. Según Germán Ramírez-Gastón, el MBA de la Universidad de Lima responde a esa vocación, ya que su plan de estudios se ha diseñado para brindar a los participantes del programa MBA las habilidades para desarrollar su propia empresa e identificar oportunidades de negocio. «Se proporciona no solamente conocimientos técnicos, también un enfoque que resalta los valores empresariales», agrega Ramírez-Gastón.
En lo que se refiere al MBA de la Universidad Esan, Aldo Bresani considera que el principal atractivo es su currícula novedosa, pues ofrece a los participantes 12 distintas menciones o especialidades.
«Así, nuestros alumnos pueden optar por las siguientes especializaciones: Finanzas, Finanzas y Derecho Corporativo, Supply Chain Management, Gestión y Desarrollo Inmobiliario, Gerencia de Servicios de Salud, Gestión Pública, Marketing Internacional, Organización y Dirección de Personas, y Dirección de Tecnologías de Información, entre otras. Somos la única universidad que tiene esta amplia oferta; eso es algo que diferencia totalmente a nuestro MBA en el mercado local», subraya Bresani.
Además, el director del MBA de la Universidad Esan considera que sus programas cuentan con el mayor componente de internacionaliza-ción en el mercado peruano. «Tenemos las semanas internacionales y el viaje internacional de todos los participantes; también contamos con más de 75 convenios de intercambio y los dobles grados (que implican que la mitad de la carrera se efectúa en el extranjero)».
Las particularidades.
Por otro lado, según Pablo Montalbetti, el prestigio alcanzado por la Maestría en Administración de Negocios de la Escuela de Postgrado de la UPC se basa en cinco pilares. «Estos pilares son: la rigurosidad académica con pensamiento estratégico, la plana docente con amplia experiencia empresarial, nuestra currícula y metodología de capacitación activa, el perfil de nuestros participantes, y el desarrollo de habilidades directivas y de liderazgo».
A su vez, Víctor Hugo Visval refiere que la Escuela de Postgrado de la USIL se ha caracterizado por responder con celeridad a la demanda y las necesidades del mercado en cuanto a la formación y desarrollo de los ejecutivos, teniendo en cuenta la urgencia que les otorga la velocidad de los cambios en el mundo.
Un aspecto importante que diferencia a la Escuela de Postgrado de la USIL, según Visval, es el desarrollo de directivos intuitivos. En un escenario como el actual, en el que la información es extremadamente abundante, no es posible que el ejecutivo tome decisiones a partir de toda la información existente. En realidad, solo puede asimilar parte de esa información; a partir de ahí tomará decisiones con ayuda de su intuición.
«Somos la única escuela en que se desarrolla la intuición a través del razonamiento, la reflexión y el pensamiento crítico, para que el ejecutivo alcance a ver más allá de lo que tiene dentro y pueda proyectar situaciones nuevas en condiciones diferentes», anota Visval.
El futuro.
A pesar de que hoy en día las maestrías en administración de negocios brindan a quienes las cursan la ventaja de ser un elemento diferenciador importante, se estima que en unos cuantos años va a ser mucho más común tener un MBA. Más bien aquellos que no cuenten con uno van a estar en desventaja en el mercado laboral.
«La tendencia del mercado laboral es hacia una mayor demanda de profesionales con MBA, ya que las organizaciones requieren que los ejecutivos manejen muy bien los recursos y logren que las empresas sean más productivas. Un MBA permite precisamente eso», considera Aldo Bresani.
En el reto de consolidar nuestra economía en el desarrollo sostenible (es decir, crecimiento económico con utilización eficiente de la tecnología, respeto al medio ambiente y al capital humano) los MBA van a gozar ca-da vez de mayor pro-tagonismo, ya que proporcionan a sus titulares la garantía de contar con habilidades relevantes que hacen de ellos profesionales altamente calificados.
Fuente:Businessperu.com