
Según Ethnologue, publicación destacada en temas lingüísticos, en el planeta se habla casi 7.000 idiomas. Aunque la gran mayoría domina solo unos pocos, la cifra representa nuestra enorme diversidad cultural, pero también un gran desafío para los negocios en un contexto global. Un error de traducción puede significar el éxito -o fracaso- de una negociación, por lo que el manejo de idiomas ha pasado a ser un tema clave, especialmente en las empresas que se aventuran hacia nuevos mercados.
«Las compañías de hoy deben adaptarse a los mercados locales para cada producto o servicio que ofrezcan», dice Javier Gil González, director externo del nuevo Máster en Traducción Económica-Financiera de la Universidad Europea de Madrid (UEM). «Y esto pasa por hacerse cargo de su website, del manual de apoyo del producto y también de la atención al cliente. Claramente, no basta con traducir parte del producto, ya que el cliente no lo percibe como propio». El desafío es traducir la experiencia de compra.El programa de la UEM busca derribar las barreras idiomáticas, en particular dentro del mundo de la economía. «El máster ofrece al alumno una formación específica y totalmente adaptada al perfil demandado por el sector. Se centra en los principales ámbitos de especialidad: macroeconomía, banca, bolsa y mercados financieros y contabilidad, y desarrolla las habilidades que demanda el mercado laboral», explica Gil González.
Otra institución que ofrece un posgrado en la materia es la histórica Universidad de Salamanca (USAL) a través de su Máster Oficial en Traducción y Mediación Intercultural. Este programa busca resolver el problema desde una mirada más integral: «El máster ofrece una formación de posgrado orientada tanto a desarrollar competencias de traducción en entornos profesionales específicos, incluida la traducción jurídica y económica, como también a adquirir conocimientos y destrezas que capacitan a los estudiantes para desenvolverse en situaciones interculturales», explica Ovidi Carbonell i Cortés, director del curso. «El conocimiento práctico se complementa con una formación sobre las características de la traducción en organizaciones internacionales o empresariales, y la influencia de las condiciones culturales o ideologías particulares».
El gran problema que enfrentan los egresados de un curso de traducción en general es el alto nivel de competencia, ya que abundan las instituciones que ofrecen cursos de idiomas de variada calidad. La clave está en la especialización, apunta Gil González, ya que erige barreras de entrada muy elevadas para los no especialistas y elimina competidores. «Y aunque el mercado parece saturado, la traducción financiera en particular es uno de los segmentos más boyantes: es bien pagado, exige una alta especialización, hay escasez de traductores preparados en la materia, además de la creciente omnipresencia de la información financiera en la sociedad», explica.
Sin duda, uno de los mayores cambios en la geopolítica global ha sido la irrupción de China en los mercados, por lo que muchos apostaron por el mandarín como el idioma del futuro, desplazando así al inglés. De hecho, el idioma más usado en la actualidad es el chino mandarín, con 845 millones de hablantes, seguido por el español, con 329 millones; el inglés, con 328 millones y el hindi, con 242 millones, según datos de The Ethnologue: Languages of the World.
Aún así, Gil González sostiene que el inglés sigue siendo el idioma de los negocios y el más recurrido como segunda lengua, aunque dominar el chino mandarín puede abrir las puertas para entender la cultura empresarial del país: «Pueden iniciarse negocios en inglés, pero para el día a día es necesario el apoyo de un intérprete o un traductor profesional que ayude al directivo a comprender los entresijos de esta cultura milenaria».
Carbonell i Cortés agrega que si bien el inglés es el idioma de los negocios, el castellano está consolidado como otra lengua imprescindible en los mercados internacionales.
Además, el académico de la USAL resalta que gracias al desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), se está viviendo una verdadera revolución en las bases de datos públicas y privadas. «Se están aplicando nuevas herramientas específicas, como las memorias de traducción, los programas de gestión terminológica o de localización», dice. «La globalización ha tenido como consecuencia paradójica el aumento del interés por las especificidades locales y la puesta a disposición de los expertos de un enorme volumen de conocimiento que hace pocos años no estaba en las manos del traductor».
Fuente:Educamericas.com
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