Carlos Llano Cifuentes, modelo de líder

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Carlos Llano Cifuentes fundó el IPADE con el propósito de formar líderes empresariales orientados a los valores humanos y a su responsabilidad de beneficiar a la sociedad.
Carlos Llano Cifuentes fundó el IPADE con el propósito de formar líderes empresariales orientados a los valores humanos y a su responsabilidad de beneficiar a la sociedad.

En su última entrevista, el fundador del IPADE Business School definió qué es el liderazgo y cómo se logra.

Filósofo y emprendedor
Carlos Llano Cifuentes falleció el 5 de mayo pasado. Desde entonces ha habido muchísimas manifestaciones de duelo, pero sobre todo de agradecimiento y de reconocimiento.

Los que vieron como trabajaba siempre notaban su cuidado con los detalles y, por supuesto, su sentido de humildad (a pesar de sus enormes logros) y su siempre presente sentido del humor.

El ejemplo en él, no era una predicación sino actos efectuados. En una de las últimas entrevistas que dio, afirmaba acerca de la ejemplaridad: «Nadie puede pretender que los demás adquieran cualidades que él no lucha por adquirir».

Desde sus primeros artículos y libros, Carlos Llano se ocupó del estudio del quehacer del líder, del que dirige. Lo hacía desde una plataforma muy singular, pues no olvidemos que era un filósofo y, a la vez, un hombre de acción.

Él era, lo que podríamos decir, un filósofo profundo, con muchos libros en su haber. Estudió filosofía y muy joven se doctoró en Roma.

También realizó estudios en la UNAM, bajo la dirección de José Gaos, el brillante filósofo español, quien fue rector de la Universidad Central de Madrid de 1936 a 1938 y que posteriormente obtuvo asilo en México.

Fue también un hombre de acción que emprendió exitosamente. Además de ocuparse de los negocios de su padre, fundó en 1958 la revista Istmo, la cual se sigue publicando periódicamente hasta la fecha (un caso raro en el mundo de las publicaciones en México).

Además, fue fundador del IPADE Business School y de la Universidad Panamericana, instituciones que bajo su guía alcanzaron renombre y prestigio y que actualmente asumen el arduo compromiso de continuar su labor.

Humildad y liderazgo
Carlos Llano se interesó principalmente en la antropología, el estudio del hombre.

Fue una tarea que realizó con el riguroso método de un buen filósofo, pero con el toque práctico y humano de quien tiene un trato continuo y afable con multitud de personas, de muy diversos niveles.

A él le escuchamos decir que «se sabe más del hombre conociendo a (platicando con) Pedro, que leyendo muchos tratados de antropología…«. No obstante, él hizo ambas cosas y las supo compartir generosamente.

Carlos Llano, como buen profesor, siempre dio las aplicaciones y consecuencias de su pensamiento, pero también, como buen formador, nos regaló la semilla para que, cultivándola nosotros, fuéramos más allá.

Estudió al hombre y a la empresa durante más de 50 años, siempre desde un punto de vista antropológico.
Al hacerlo, entró en terrenos fuera de lo común, paradigmáticos. Uno de sus libros más conocidos se intitula Humildad y liderazgo. ¿Que no los líderes son ejemplos de egos fuertes, aparentemente contrarios a la humildad?

Antes, en su primer libro Análisis de la acción directiva, Llano señaló que una de las virtudes de un buen dirigente, de un buen director, es la humildad.

Y la definió como «objetividad con uno mismo«. Llano también trató el tema de la amistad en la empresa (La amistad en la empresa). ¿Que no venimos a la empresa a ganar dinero? ¿Acaso venimos a hacer amigos?

El pasado 22 de abril ofreció la siguiente entrevista en sus oficinas del Montepío Luz Saviñón (institución de la que era presidente del consejo).

El líder es como un buen maestro
En su libro La amistad en la empresa, Carlos Llano destaca dos características propias de un buen líder: cariño y exigencia.

El líder es como ese buen maestro que siempre combina ambos ingredientes.
Para Llano, un amigo que realmente quiere mi bien, tendrá que exigirme para que yo mismo lo obtenga. Si como líder establezco lazos de amistad con quienes integran mi empresa, no es con el fin de pasar por alto sus errores porque somos amigos.

En una amistad bien entendida siempre existe el compromiso de ayudar al otro a ser mejor, exigiéndole, para que ‘se estire’, es decir, para que crezca y se desarrolle, y para ello hay que conocerlo bien.

Llano Cifuentes se expresa sobre el tema.
-¿Cómo conoce un líder a las personas a cargo?
«El liderazgo necesita, sobre todo, escuchar a las personas; el líder no es el que quiere mandar sobre las personas, sino aquel que se sirve de ellas para poderlas ayudar, y para eso tiene que escucharlas y estar atento y estar a su servicio».

-¿El líder se debe orientar a las tareas o se debe orientar a las personas?
«Vamos a decirlo de una manera lo más clara posible: el líder está mucho más preocupado por los hombres que tienen que hacer las cosas, que por las cosas que tienen que hacer los hombres».

Empatía y pericia: requisitos obligados
En un capítulo de su libro El nuevo empresario en México, Carlos Llano desarrolla y explica un modelo de liderazgo que llama Anamórfico.
Ahí sostiene que hay muchos -y muy diferentes- estilos de liderazgo, pero que todos comparten dos características.

La primera es la empatía (el arte de saber escuchar y entender a los demás, principalmente a sus seguidores, como si nos pusiéramos en sus zapatos, conociendo, a partir de la observación, sus intereses y motivaciones).

Las segunda es la pericia, que es el dominio maestro de algún área (aunque aparentemente no tenga que ver con el sector o con la tarea a desempeñar).

Quien tiene pericia, quien alcanza el grado de excelencia en alguna actividad, sabe lo que significa luchar para alcanzarla. Esa capacidad de lucha comprobada le permitirá a futuro lograr objetivos audaces.

De manera simple y clara, Carlos resume esas dos características siempre presentes en todos los líderes.
-¿Qué características debe tener un líder?
«El líder necesita, sobre todo, escuchar a las personas, conocerlas. El verdadero líder debe comprender con profundidad cuál es el modo de ser y de pensar de las personas a su cargo.
Para ello, requiere estar atento tanto a lo que dicen como a su conducta. De este modo se puede percatar cómo son y, así, podrá cambiar su forma de dirigir.
No se puede dirigir del mismo modo a un grupo de mineros que a un grupo de agricultores, son personas que tienen un oficio y una manera de ser diferentes».

La entrevista completa leela en: CNN Expansión.com

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