Estados Unidos sigue liderando el mercado de la educación ejecutiva. Escuelas de gran prestigio, como Harvard, Chicago Booth y Wharton, suelen encabezar los rankings de MBA. También es el principal destino para los ejecutivos latinoamericanos que deciden realizar una maestría en administración en el extranjero.
Sin embargo, estudiar en EEUU sigue siendo un objetivo lejano para muchos profesionales. El inglés, la falta de financiamiento o simplemente la desinformación, aleja a muchos del sueño americano. Víctor Henríquez, un ingeniero comercial chileno que realizó un MBA en Thunderbird, Arizona, nos cuenta su experiencia de estudiar en una escuela estadounidense.
¿Por qué decidiste estudiar un MBA en Estado Unidos?
Para los latinoamericanos en general, Estados Unidos es un mercado objetivo; el lugar donde quieres estudiar, por el idioma y por el prestigio que el país otorga.
¿Cómo seleccionaste la escuela de negocios?
Para encontrar el programa adecuado hay que definir claramente el objetivo que uno tiene y lo que quiere conseguir con el MBA. También es importante averiguar la mayor información posible del programa, porque en Estados Unidos la oferta es amplia y muy diversa.
Es esencial realizar el proceso con tiempo, mínimo de un año para otro. Otro factor importante es definir el lugar donde uno va a vivir, ya sea en el campus de la universidad o en otro lado, por todos los gastos adicionales que implica.
¿Es muy complicado el proceso de postulación?
Por suerte las universidades americanas son bastante estándar en cuanto a los requisitos. Debes certificar cierto nivel de inglés, generalmente a través del TOEFL o el GMAT, que son como los requisitos básicos que uno debe aprobar.
También siempre te piden cartas de recomendación y llenar un formulario con los datos de postulación. Sin embargo, a mi parecer la principal barrera de entrada es el financiamiento, ya que se trata de programas bastante costosos.
¿Cuánto pesa la experiencia laboral?
Es importante contar con cierta experiencia, pero por la visión que te entrega. Un trabajo te da la posibilidad de poner en práctica lo aprendido y validarlo, pero a la vez te surgen interrogantes de otras temáticas que no enfrentaste como estudiante.
Yo trabajé cinco años haciendo clases, de hecho esa fue la experiencia laboral que yo presenté al programa al momento de postular. Yo realicé el MBA cuando tenía 26 años y en general el promedio del curso era cercano a los 33 años y eran tipos que llevaban un par de años trabajando en empresas.
¿Qué es lo más valioso que rescatas de tu experiencia de estudiar un MBA en EEUU?
Desde el punto de vista académico, no creo que haya mucha diferencia en hacer un master en una universidad tradicional latinoamericana o en una estadounidense. Pero desde el punto de vista de la experiencia, es totalmente distinto.
De partida, en una escuela norteamericana se realizan muchos trabajos en grupos, donde evidencian claras diferencias culturales y de enfoque. Desde esa perspectiva, para mí lo más valioso es la apertura de mente que uno experimenta, te adaptas a ver cosas distintas, a encontrar soluciones diferentes. Eso es lo más valioso: el hecho de compartir con otras culturas, otras experiencias laborales, con otros medios y con otras formas de resolver los problemas.
¿Y en cuanto a la metodología?
Algo que me llamó la atención fue que el enfoque del sistema americano, en general, el profesor esta preocupado de que a la mayoría le vaya bien, a diferencia del esquema chileno, donde muchas veces el mejor profesor es el que reprueba más alumnos.
¿Se lo recomendarías entonces a otros profesionales?
Si totalmente, es una muy buena opción como experiencia de vida. En mi opinión, si alguien desea invertir en un programa, es mejor que lo haga en el extranjero, porque te entrega un plus adicional: el aprendizaje de otra cultura y el perfeccionamiento de otro idioma.
¿Cómo enfrentaste la diferencia de idioma?
Estar en una clase escuchando, tratando de entender y tomando nota, no es fácil al comienzo, a pesar de haber pasado el examen de idioma. Una buena opción para quienes no se sienten tan seguros con el inglés, es irse un poco antes de que comience el programa, para así practicar y familiarizarse.
Fuente: educamericas.com