El mundo mira a China. Los empresarios buscan en oriente nuevas oportunidades para desarrollar un negocio o incluso una carrera. De igual forma, numerosos MBA ofrecen viajes y cursos en el país asiático, con visitas a escuelas de negocio y empresas locales, con el fin de facilitar la llegada al mercado chino. Pero no todo es tan fácil. Una de las principales dificultades sigue siendo el idioma. Aún en su versión simplificada, el chino mandarín es una de las lenguas más complejas de dominar.
¿Pero qué tan importante es el idioma para triunfar en China? Todo depende de las aspiraciones. La apertura de la economía china ha atraído a un gran número de empresas transnacionales y a ejecutivos de todas partes del mundo, por lo que el inglés se ha instaurado como la lengua de los negocios internacionales en ciudades como Shanghai, Pekín y Shenzhen. «El chino se requiere dependiendo del tipo de negocio. Sin embargo, el inglés es fundamental», asegura Leonardo Navarro, un empresario mexicano con amplia experiencia en China.
De igual forma, ha aumentado la competencia: el mercado laboral chino es mucho más competitivo hoy de lo que era hace una década. Patrick Moreton, decano del programa EMBA que entrega la Washington University en conjunto con la Fudan University, afirma que «las oportunidades de trabajo para aquellos que no hablan mandarín tras estudiar un MBA siguen siendo muy limitadas, e incluso se quedan atrás frente al crecimiento del talento local», según precisó en un reportaje del Financial Times.
Navarro, quien fundó el sitio China Latin Diaries dirigido a profesionales latinoamericanos, sostiene que la clave para emprender una carrera exitosa en China es «representar un valor, sea en conocimiento o capacidad técnica, que supere los costos de tener a alguien en la empresa que desconoce el idioma o la cultura».
Por lo mismo, señala que un profesional latino que busca apostarle a China «puede explorar vías de acceso relativamente sencillas, donde el idioma o la cultura no sea una condición fundamental de competencia. Por ejemplo, para MBA postular a instituciones occidentales internacionales con presencia en China, como bancos, multinacionales o consultoras», donde las barreras del idioma y la cultura son menores.
En todo caso, el mexicano asegura que a largo plazo en lo que toca a competitividad personal, el chino mandarín es un gran diferenciador. «En mi experiencia profesional, he descubierto que si bien no te contratarán por hablar chino, definitivamente sí te notarán entre varios candidatos», resalta.
Cursos de chino mandarín abundan en todas partes, pero sin dudas el proceso de aprendizaje es más integral estando allá. Adquirir un nivel intermedio de chino requiere de al menos un año y medio en tiempo completo. Por lo mismo, dado que un MBA dura entre uno y dos años, «es prácticamente imposible adquirir un nivel de chino más allá de lo elemental, independientemente del programa del que se trate», agrega Navarro.
En este caso, el empresario recomienda aprovechar el tiempo para a aprender aspectos de política, cultura y negocios chinos en inglés, «o bien ingresar al programa ya a un nivel intermedio como ocurre en el programa Wharton-Lauder, en donde el objetivo es mejorar el nivel de los estudiantes que ingresan de intermedio a avanzado dentro de un MBA«, aconseja.
Fuente: educamericas.com