Según The Economist, las mujeres representan solo un tercio de los estudiantes de MBA en las escuelas de Estados Unidos y Europa. Esta realidad contrasta fuertemente con otros posgrados, donde al menos la mitad del alumnado es femenino. Pero si el diagnóstico es tan claro, ¿qué están haciendo las business schools para revertir esta desigualdad y atraer a las mujeres a los MBA? Muchas están implementando distintas medidas, siendo la más importante la flexibilización de los horarios para poder compatibilizar el estudio y la vida en familia.
Alejandra Aranda, socia fundadora de Humanitas Executive Search y MBA de Universidad de Texas, sostiene que gran parte del cambio ha surgido dentro de las propias empresas, que en las últimas décadas se han percatado de los múltiples beneficios de contar con ejecutivas. «Ellas se han convertido en un gran aporte para el mundo empresarial, tiene un liderazgo diferente al de los hombres, son menos impulsivas, saben escuchar y son creativas, entre otras cosas», destaca la directiva.
Es por ello, dice Aranda, que hoy las escuelas de negocio están más interesadas en las mujeres. «Lo principal es que los programas de posgrados deben tener una flexibilidad de horario que permita a la mujer tener más tiempo para su familia. Por ejemplo, con clases que se pueden tomar en línea o tener la posibilidad de hacer el posgrado en un periodo de tiempo más largo para reducir la exigencia», señala.
Por su parte Mariana Lorenzo, académica de la Universidad Anáhuac México Norte (UA), argumenta que lo más importantes es establecer facilidades como apoyos a las embarazadas y mayor tiempo libre para las madres de familia, «para que puedan pasar más tiempo con sus hijos o los miembros de su familia que dependan de su cuidado», precisa.
En una encuesta realizada por el sitio de The Economist, un 51% de los participantes afirmó que las escuelas no hacen lo necesario para atraer a las mujeres. Las críticas apuntan precisamente a la cultura mayoritariamente masculina al interior de los programas de MBA, que aleja a las postulantes femeninas.
De igual forma, Aranda resalta que profundizar la participación de las mujeres en las escuelas de negocio va de la mano con el aumento de ejecutivas al interior de las compañías. Por ello, afirma que es necesario flexibilizar los horarios e incluso implementar nuevos fórmulas laborales como el trabajo a distancia. «El teletrabajo puede ser una gran opción para conciliar la vida laboral y profesional. En Estados Unidos, casi 24 millones de personas trabajan en la actualidad desde sus casas, mientras que en Chile, la cifra es de aproximadamente 400 mil personas», señala la directiva chilena.
De hecho, según un estudio realizado por 15 años a mil ex alumnas de un MBA en Harvard, un 28% de las graduadas prefirieron quedarse en casa cuidando a sus hijos. «Esto se debe principalmente a que el mundo ejecutivo es un mundo masculino y es la mujer la que tiene que adaptarse a él y muchas mueren en el intento», señala Aranda
Fuente: educamericas.com