Una de las funciones de las escuelas de negocio, más allá de su papel como formadores, pasa por investigar. Ahora un estudio realizado por Tuck School of Business y Warrington College of Business relaciona la investigación del profesorado con la calidad de los MBA.
La investigación académica se ha convertido en un elemento de prestigio para las escuelas de negocio. Cada vez son más las escuelas que crean diferentes centros de investigación y desarrollo cada vez más especializado con el patrocinio de grandes empresas del sector al que se refiera el centro. Sin embargo, esta labor de escrutinio no está exenta de polémica.
Entre sus defensores se encuentran quienes sostienen que las escuelas de negocio deben hacer algo más que limitarse a formar a los directivos del futuro y estas investigaciones son otro camino para su aporte social. Por el contrario, los detractores ven en la investigación un gasto de económico y de recursos que lejos de apoyar la labor fundamental de la escuela, sirve para distraer a los docentes.
Esta disparidad de opiniones no es nueva, pero sí se ha agudizado en los últimos años con el aumento del tiempo destinado por los profesores a la investigación. Ahora un estudio del profesor Peter Golder de Tuck School of Business y Debanjan Mitra, profesor de Warrington College of Business titulado “Las investigaciones académicas ¿ayudan o perjudican losprogramas de MBA?”explora la relación entre las pesquisas de los profesores y el rendimiento posterior en los programas educativos.
El estudio, publicado en el Jornal of Marjeting, se ha realizado sobre 57 escuelas y toma en cuenta un periodo de 18 años. El informe determina el verdadero valor de la investigación en los MBA, que es un elemento muy tenido en cuenta en la elaboración de los diferentes rankings del sector. En este sentido, Financial Times, Business Week, The Economist y el resto de publicaciones encargadas de dar a conocer las clasificaciones de los mejores MBA y las mejores escuelas de negocio tienen muy en cuenta el número de investigaciones y artículos publicados por un centro a la hora de valorar la calidad del claustro de profesores.
El estudio de Golder y Mitra determina que la calidad del estudiante, tomada esta por las puntuaciones en exámenes y sus salarios, y la del profesorado, entendida como la impartición de clases o publicaciones, se ven afectadas por las investigaciones. Además, también determinan la existencia de una correlación entre la investigación de los profesores y el puesto de la escuela en los rankings.
La investigación académica añade valor a la imagen de la escuelaen el área del profesorado, candidatos y reclutadores a corto y a largo plazo. Es decir, hace que el centro sea más atractivo. Pero lo más curioso es que investigar también hace mejores a los profesores y no sólo por los conocimientos adquiridos durante la investigación. En último término esto se plasma en el salario anual de los alumnos, de forma que un crecimiento continuo de tres artículos por autor cada año supone un aumento salarial de más de 750 dólares anuales.
Golder explica en un vídeo al que se puede acceder pinchando aquí que “Lo que sorprendió a la mayoría de la gente, incluyéndome, fue que la investigación parecía de tener un importante impacto incrementado en las percepciones de los reclutadores. Este hecho se explica porque algunas de las clasificaciones incluyen a menudo un componente de investigación – BusinessWeek tiene su capital intelectual, el Financial Times incluye el criterio de investigación”.
El profesor de Tuck puntualiza que “los resultados muestran que la investigación es importante, pero no puede funcionar limitándose a los círculos académicos. La investigación a los intereses de los estudiantes gracias al enriquecimiento de las clases – lo que conlleva un aumento de salarios- y los intereses del centro ya que mejora su reputación a través de todos los públicos”.
En cualquier caso, esta no es el primer estudio sobre el valor de la investigación en los MBAni será el último. En 2008 la AACSB, una de las principales agencias acreditadoras del sector de la educación ejecutiva, ya publicó un reportaje sobre cómo podía mejorar la utilidad de la investigación académica. Actualmente la mayoría de grandes escuelas de negocio cuentan a su vez con los investigadores más prolíficos, lo que, según sus investigaciones, incide de forma muy positiva en los ingresos de sus alumnos tras dejar la escuela.
Fuente: waytomba.com