Liderazgo, poder de negociación y orientación a resultados son algunos de los valores indispensables que tiene que reunir un profesional para ocupar un alto cargo.
En el panorama económico actual las empresas españolas necesitan de directivos proactivos y con una gran visión de negocio, capaces de solventar cualquier tipo de problema de la forma más rápida y eficaz, adaptándose a las nuevas exigencias del mercado.
Michael Page Executive Search, unidad de negocio del Grupo Michael Page especializada en búsqueda directa y selección de alta dirección, basa su búsqueda de profesionales en un clúster de competencias de gestión, relacionales e individuales. Entre ellas destaca la visión de negocio, que, como explica Alexandre Depreaux, de Michael Page Executive Search, «es la capacidad de reconocer los riesgos y aprovechar las oportunidades que repercuten en la competitividad y efectividad del negocio».
Además, en sus procesos de selección, la compañía busca los siguientes valores que tiene que reunir un directivo:
Visión de la organización: es la capacidad de valorar la empresa más allá de los límites de la propia función, comprender la interrelación entre las distintas unidades y desarrollar la cooperación interfuncional.
Orientación de logros y resultados: es la preocupación por realizar bien el propio trabajo o sobrepasar un estándar que uno mismo se ha marcado.
Capacidad de gestión: es fundamental saber orientar al cliente, tener capacidad para tomar decisiones y saber gestionar los recursos, el tiempo y la información.
Negociación: es la capacidad de alcanzar acuerdos satisfactorios para las partes implicadas, descubriendo o creando elementos que produzcan valor añadido a la relación.
Networking: es la capacidad de desarrollar, mantener y utilizar una amplia red de relaciones con personas clave dentro de la empresa y del sector.
Comunicación: escuchar y transmitir ideas y emociones de manera efectiva y con empatía, empleando el canal adecuado en el momento oportuno, y proporcionando datos concretos para respaldar observaciones y conclusiones.
Coaching: consiste en una evaluación consensuada, identificación de áreas de mejora, fijación de objetivos y plan de acción, determinación de quién va a ayudar en el proceso y realización de seguimiento de los resultados obtenidos.
Proactividad e iniciativa: es la capacidad de mostrar un comportamiento emprendedor, iniciando e impulsando los cambios necesarios con energía y responsabilidad personal.
Según la firma, los valores que reúne un directivo se suman a su experiencia en el sector y le permiten desarrollar una visión estratégica y de negocio orientada a resultados.
Se trata también de un proceso de aprendizaje constante, en el que es importante la predisposición para adquirir nuevos conocimientos, modificar hábitos y estar abierto al cambio.
Fuente: expansion.com