¿Cómo debe ser un profesor de MBA?

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Fuente: educamericas.com

El Informe «How the world’s best-performing school systems come out on top», solicitado en 2007 por la OCDE a la consultora McKinsey, dejó en evidencia el importante rol que juegan los profesores para alcanzar los objetivos educacionales de cada nación. Siendo, la formación de éstos, el perfeccionamiento de su labor pedagógica, pero sobre todo, la rigurosidad en su selección, lo que determina una mejora sustancial de este elemento. Máximas que -como indica el documento- se extienden a todas las esferas educativas, incluyendo la de los posgrados.

Según el estudio, que buscaba descifrar las claves en los sistemas educativos de los 30 países miembros de ese organismo -hoy 34-, las instituciones académicas deben desarrollar a los académicos hasta convertirlos en instructores eficientes, aunque el punto más importante «se funda en conseguir a las personas más aptas para ejercer la docencia».

Así también lo cree Flor G. Arroyo, directora Académica de la Escuela Europea de Negocios (EEN), quien asegura que un cuerpo académico de calidad resulta primordial para sus posgrados. «En España, contamos con grandes docentes que comprenden y asumen nuestra filosofía, entienden nuestro modo de actuar, nuestros objetivos y valores, ya que son los suyos, los mismos que les han hecho alcanzar sus metas».

La opinión es compartida por Erick Pablo Ortiz Flores, coordinador de la Maestría en Administración de Negocios del Centro Universitario de los Valles, en la Universidad de Guadalajara, México, quien cuenta que para ellos, la excelencia de un profesor se convierte en una verdadera necesidad. Y para satisfacerla, cuentan con un perfil buscado por sus directores.

¿Cuáles son los criterios utilizados?
Flor G. Arroyo, detalla que todo aquel que desee formar parte del cuerpo docente de la ENN, debe cumplir una serie de requisitos, en tres aspectos bien diferenciados.

«Por un lado buscamos personas con experiencia en las áreas de formación que impartimos, personas con un recorrido de peso y exitoso, desde el punto de vista de la puesta en marcha de proyectos y el uso de recursos y herramientas personales y profesionales», dice Arroyo.

En este sentido, -destaca la directora- son herramientas imprescindibles; el uso intensivo de Internet, la gestión de la Innovación y el enfoque hacia la Internacionalización. Cierto carácter emprendedor es también una característica a tener en cuenta.

En segundo lugar, debe tener una clara inclinación pedagógica, un deseo manifiesto de «contar lo que saben» y una elevada capacidad de comunicación, aspecto que muy pocos profesionales cumplen con éxito.

Y por último, pero no menos importante, debe guiar su vida persona y profesional con los mismos principios que lo hace la Escuela, que son; la honestidad, la integridad, la cercanía, y el apoyo mutuo constante. «Buscamos profesionales comunicativos que quieran pertenecer a un grupo de trabajo colaborativo, donde todos caminamos en una misma dirección, y entre todos hacemos que el proyecto funcione», explica Arroyo.

De forma similar, las maestrías en Administración de Negocios en la Universidad de Guadalajara exigen que todo académico que realice clases dentro de sus aulas, deba, en primer lugar, contar como mínimo con el grado de Maestría en las áreas económico-administrativa. Aspectos un poco más fáciles de comprobar.

Además, debe poseer «una amplia experiencia en docencia, investigación, además de publicaciones en el área donde trabajará», en este caso, económico-administrativa, aclara Erick Ortiz.

Para el caso de aquellos docentes que ya pertenecen a la universidad, se exige que tenga experiencia en gerencia pública o privada, aspecto que se suma a los dos primeros puntos.

¿Cómo eligen a sus académicos?
«El análisis del currículum vitae sigue siendo una herramienta de uso, pero normalmente los buscamos o los encontramos en el día a día, mientras interactuamos con las empresas con las que nos relacionamos habitualmente», dice la titular académica de ENN.

La institución mexicana, en cambio, presenta el siguiente sistema: Primero, se presenta una terna de profesores para cubrir una asignatura en específico a la Junta Académica del posgrado. Y más tarde, «la Junta Académica decide, de acuerdo con los criterios antes presentados, quien es el mejor prospecto para impartir la cátedra», detalla Erick Ortiz.

Una forma más formal y estructurada, pero que, en definitiva, busca el mismo objetivo; contar con el mejor cuerpo académico para cumplir de la mejor forma con los objetivos educacionales propuestos por cada institución.

Por: Oscar Labra

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