¿Tenemos un presupuesto? ¿Es caro o barato el curso?
Los másteres no suelen ser baratos, especialmente los de titulación privada. Por eso aunque pueda parecer una perogrullada conviene tener un presupuesto predefinido o por lo menos tener más o menos claro cuánto queremos gastarnos en la formación.
También habrá que valorar el precio en su justa medida, de ahí que debamos preguntarnos si el máster en concreto es caro o barato. Esto último dependerá de varios factores que incluyen casi todas las preguntas que siguen y que deberemos responder para encontrar el curso que mejor se amolda a nuestras necesidades, así como el prestigio en concreto del curso, el coste comparado con otros programas similares y las oportunidades profesionales que nos abra.
¿Existen becas o ayudas?
Directamente relacionada con la pregunta anterior. Las becas pueden abrirnos paso a cursos a los que en principio no podríamos acceder y por eso mismo es importante explorar esta opción y tenerla muy en cuenta antes de decidirnos. En este punto los másteres oficiales suelen disfrutar de más ayudas que los privados, aunque también conviene distinguir entre las becas que se conceden antes de inscribirse y las que se conceden una vez el alumno ya ha cursado la solicitud, ha sido aceptado y ha pagado la matrícula.
¿Cuál es su duración? ¿Y los horarios?
Cursar un máster supone una gran dedicación de tiempo y en el caso de los presenciales supone acudir a clase. Es importante informarse previamente de los horarios para saber si efectivamente encajan con nuestros quehaceres diarios. La duración, por más que pueda parecer un elemento secundario, también es importante. En primer lugar porque influye en la percepción del curso y en lo que tardaremos en obtener la ansiada titulación y en segundo porque es un elemento a tener en cuenta a la hora de calcular lo que se denomina como el coste de oportunidad de un máster. Es decir, que el tiempo que estamos estudiando y no trabajando (en caso de que el máster no permita compatibilizar ambas tareas) estamos dejando de percibir un salario y perdemos oportunidades laborales. Esta medida se suele tener en cuenta a la hora de calcular la rentabilidad real del máster.
¿Cuál es el proceso de selección?
El proceso de selección también es importante. Un consejo habitual es que el máster exija titulación universitaria y un buen expediente académico, así como algún tipo de proceso selectivo y entrevista personal a los candidatos. El motivo es que cuanto más riguroso sea el proceso, más calidad tendrán los alumnos. De nuevo encontramos un buen ejemplo en los MBA, para los que el porcentaje de admitidos es sinónimo de prestigio. Además, esta es la forma de asegurarse que todos los estudiantes tienen un perfil adecuado para el curso.
¿A quién va dirigido el curso? ¿Qué tipo de alumnos cursan el máster?
En línea con lo anterior, preguntarnos por el proceso de selección nos llevará inmediatamente a cuestionarnos por el tipo de alumnos que cursan el máster. Es decir, a quién va dirigido. Una de las partes más interesantes de un máster es que no sólo permite formarse, sino también conocer a profesionales con nuestros mismos intereses y que pueden ser de ayuda en el desarrollo de nuestra carrera profesional. El famoso networking, algo crucial para los MBA, también tiene su valor en otro tipo de cursos.
¿Cómo es el currículum?
Esta es sin duda la clave para saber si estamos ante el máster perfecto. Aquí es donde escudriñaremos los contenidos del curso, las clases y materias concretas que lo componen e incluso los libros de texto. Si esta parte no nos convence no habrá nada que hacer, mejor buscar otro curso.
¿Qué métodos de enseñanza siguen?
Otro de los elementos clave. Prevalece un enfoque teórico o práctico, se exponen casos reales, hay laboratorios de prácticas… Para cada disciplina será recomendable un tipo de metodología y conviene investigarlas previamente. Del mismo modo, en función de nuestra propia capacidad de asimilación será más fácil que nos adaptemos a una u otra forma de enseñar.
¿Cuál es el profesorado?
Todas las áreas de conocimiento tienen sus propios gurús. Si podemos coincidir con alguno siempre será interesante. De todas formas debemos tener en cuenta que dependiendo del curso será más o menos importante que el profesorado tenga un perfil eminentemente investigador, académico o profesional (en los últimos años se han puesto muy de moda los profesores asociados que compaginan docencia y actividad profesional).
¿Cuáles y cómo son las instalaciones y medios técnicos?
En los másteres presenciales es más sencillo porque bastará una visita al centro para saber si las instalaciones son las que deben ser. Evidentemente este apartado será más importante para los cursos que requieran un alto uso de nuevas tecnologías, laboratorios de prácticas o material muy específico. Pero incluso en los másteres online es importante conocer no ya las instalaciones, sino su equivalente como son las aulas virtuales y sistemas de e-learning que ofrecen. ¿Cómo es la conexión? ¿En qué entorno se aprende? ¿Cómo se intercambia información con el profesor? En definitiva, cuestiones que en el presencial parece claras y que en el modo online conviene preguntar e incluso experimentar antes de elegir curso.
Habrá que dar respuesta a todas estas preguntas antes de elegir el listado de finalistas. No más de cinco programas que nos convenzan y por los que apostar. Y si nos rechazan, algo muy habitual en el entorno MBA por ejemplo, no debemos desesperar, sino averiguar el motivo y volver a intentarlo. Con el trabajo que ha costado dar con este grupo de ganadores siempre se puede esperar un poco más para cursar nuestro máster perfecto.
Fuente: http://mastermas.com