Estrés laboral: la epidemia que afecta a la alta dirección

Fuente: Educamericas.com

El estrés es una de las enfermedades más mencionadas en las oficinas de todo el mundo. Se estima que es el causal de la mitad del ausentismo laboral y del 40% de la rotación. No en vano, la Unión Europea lo considera la segunda patología más común en el mundo y muchos lo llaman la «Epidemia del Siglo XXI».

Un reciente estudio de la Universidad de Chile demostró que en Estados Unidos, uno de cada tres trabajadores ha pensado en dejar su empleo por estrés y agotamiento laboral. Pero eso no es todo; Regus, proveedor mundial de soluciones para el espacio de trabajo, divulgó los resultados de una encuesta que realizó a nivel mundial, en la que comprobó que el 58% de las compañías experimentó un incremento significativo del estrés laboral en los últimos dos años.

Las empresas no reciben bien noticias como estas, considerando que el estrés laboral no solo desencadena problemas en el ámbito de la salud mental y física de los individuos, sino que también tiene repercusiones económicas para las organizaciones donde éstos trabajan.

El estrés ejecutivo
Según el libro «El estrés en el ejecutivo» de la académica Moira González de la Universidad del Norte de Barranquilla, Colombia, «sea hombre o mujer, blanco o negro, todos los ejecutivos tienen algo en común y es que tanto ellos como sus subordinados están frecuentemente sometidos a una fuerte presión».

Y agrega que «los sucesos que ocurren fuera de la organización tienen una importante influencia sobre la conducta asumida dentro de ella, y son múltiples los estresores extraorganizacionales que llegan a afectar al ejecutivo de las diversas empresas».

Para Andrés Pucheu Moris, psicólogo y coordinador del Magíster en Psicología Laboral y Organizacional de la Universidad Católica de Chile, antes de hablar de ejecutivos estresados «hay que tener clara una cosa: no es lo mismo trabajar bajo mucha presión que tener un cuadro de estrés«. Para el profesional «una persona con mucha presión puede seguir teniendo claras sus metas y capacidad de planificación. Mientras que alguien con un estado de estrés siente que tiene una carga incontrolable y, con suerte, puede planificar lo que hará en un día».

¿Cuánto tiempo se puede estar estresado?
Los ejecutivos estresados suelen presentar un patrón de conducta caracterizado por: hablar, pensar, moverse a toda prisa; ser altamente competitivos, agresivos e irritables, con resultados de su gestión cada vez menos adecuados, ya que ni dan ni se dan tiempo para pensar, planear y organizar adecuadamente.

Pero el estrés no comienza en la oficina. Andrés Pucheu recalca que comienza primero en el hogar. «Las personas, involuntariamente, agreden a su familia, pues no contienen sus emociones. Luego, comienza un cuadro de angustia y eso es lo que se refleja en la oficina», indica. Agrega que «cuando una persona pierde por completo su capacidad para estructurar planes y no domina sus emociones, es cuando necesita ayuda de un profesional».

El psicólogo laboral explica además que no hay una duración ‘normal’ para un cuadro de estrés. Para él, todo depende de la persona y del contexto. «Una persona saludable puede padecerlo seis meses y otras durante un año. Y cuando me refiero a personas saludables quiero decir quienes no presentan cuadros depresivos o el síndrome de bornout. Alguien con bornout, por ejemplo, puede estar dos años bajo un cuadro de estrés que se traduce en ausentismo laboral, mala planificación estratégica, mucha ansiedad, etc.»

Hable ahora o calle para siempre
«Las personas que tienen menor capacidad para estructurar el trabajo o que no cuentan con vías de escape son mas propensas a sufrir estrés, eso es evidente», dice Puchei. Sin embargo, pueden evitarlo si cuentan con capacidad de organización y de manejar proyectos y tiempos. Añade que el peor error de los ejecutivos es que esperan mucho tiempo para decirle a los superiores ‘estoy estresado, necesito un break’.

Puchei agrega que «es común que los ejecutivos tomen más de cuatro proyectos por su cuenta, cuando, a mi juicio, tres es el límite. Entonces, ¿qué sucede? No ponen un atajo a tiempo, no negocian, dejan que la situación los supere, y se llenan de ansiedad. Es ahí cuando definitivamente necesitan de la ayuda de un profesional».

Para finalizar, el profesional entrega otros consejos: la clave está en saber organizarse y tener un sistema de control de gestión, es decir, planificar con tiempo las tareas, delegar cuando sea necesario y establecer límites de tiempo en la ejecución de actividades.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s