Pese a que no se trata de MBAs en sentido estricto, los programas extensos para directivos han cobrado una especial relevancia en los últimos años como colofón a la formación ejecutiva. Podría decirse que es un paso más allá al del MBA y, por tanto, en ningún caso se trata de un programa que pretende sustituirlo. Más estricto sería decir que el conocido como ‘Programas de Desarrollo Directivo’ y el MBA son ‘productos’ complementarios.
Como no podía ser de otra forma, quienes acceden a este tipo de cursos son tanto empresarios como directivos con una carrera profesional muy dilatada y contrastada, que, por tanto, ocupan puestos de alta dirección o la propia dirección general. Aquí lo único que se valora del candidato es la trayectoria y prestigio profesional del candidato. Lo normal es que cuenten con el aval y financiación de su propia empresa para la realización de este tipo de programas MBA o MBA Executive cuya horquilla de precio oscila entre los 30.000 y 60.000 euros.
Un importante aliciente para la compañía es que el alumno no descuida prácticamente en ningún momento su responsabilidad profesional. Evidentemente, la carga lectiva que debe soportar es mucho menor que la de un master (entre 150 y 200 horas). Además, se trata generalmente de periodos formativos relativamente cortos que van desde un mes de duración en el caso de los programas más condensados hasta el año los que se organizan en módulos. Se trata, en cualquier caso, de abordar temas muy ligados a la problemática diaria de directores generales, de división e incluso de presidentes y consejeros delegados. Esto, unido al interés que habitualmente muestran las empresas por formar a sus directivos en estos campos, permite que las clases presenciales se puedan desarrollar durante la jornada laboral, bien por la tarde, o bien en sesiones matutinas.
Previo al inicio del programa MBA, la escuela tiene muy en cuenta las circunstancias de cada alumno y su empresa para ajustarse a los intereses de ambas partes. Dentro de estos programas de Alta dirección, existen diferentes tipologías distinguibles por el perfil de directivo. Son los ‘Programas de Desarrollo Directivo’ (también llamados ‘Programas Avanzados de Gestión’) los más comunes pues, entre otras cosas, el rango de directivo al que va dirigido es numeroso, ocupa puestos clave dentro de las organizaciones y, por tanto, es susceptible de mejorar significativamente en sus funciones dentro de su empresa siempre que reciba la preparación apropiada. Nos referimos, concretamente, a directores divisionales o departamentales que trabajan en estrecha colaboración con la alta dirección. Entre 7 y 10 años de experiencia suele tener el alumno más habitual y, por tanto, con edades entre los 30 y los 40 años, aunque no sería extraño encontrar compañeros de clase cerca de los 50.
Mayores responsabilidades directivas asume el alumnado del ‘Programa de Alta Dirección de Empresas’, por otros denominado ‘Senior Executive Program’, que lógicamente también cuenta con una edad media más elevada: entre los 40 y los 50 años en su mayoría. Directores generales, presidentes, consejeros delegados y también empresarios, concurren en este exclusivísimo programa de Alta direcció cuyo objetivo es aportar una visión integral de la empresa desde la dirección general para mejorar la toma de decisiones estratégicas y corporativas de enorme trascendencia.
Pero aún existe una última meta académica antes de jubilarse con los máximos honores. Claro que, pocos programas pueden despertar el interés de profesionales tan bien posicionados como los directores generales, ya en torno a la cincuentena, y desde luego no va a ser aventura posible para el común de las escuelas. De hecho, sólo un puñado de escogidísimas instituciones españolas se han atrevido a lanzar la formación más elitista que puede alcanzarse en el ámbito de la alta dirección como es la que implica el llamado por IESE ‘Programa de Dirección General’ o ‘Global Senior Management Program’por el Instituto de Empresa.