Las mujeres siguen siendo la asignatura pendiente de las escuelas de negocio

Las escuelas de negocio no son perfectas y por eso deben mejorar en varios aspectos, desde la ética hasta la propia preparación de los alumnos. Pero si hay un área donde deben trabajar a conciencia ésta es la de la integración de las mujeres en sus MBA, donde no superan el 37% de media. Os explicamos las claves de este déficit y qué planean las escuelas para darle la vuelta a la situación.

En un mundo ideal la ley de igualdad conseguiría que cerca del 50% de los altos cargos empresariales del país fuesen mujeres. Sin embargo, la realidad es bien diferente y por eso las directivas apenas llegan al 30%, un porcentaje que disminuye aún más cuando se trata de las cotizadas -ni siquiera alcanzan el 10%-. Las escuelas de negocio son un fiel reflejo de esta tendencia. Según los datos de la Association to Advance Collegiate Schools of Business, apenas un 37% del alumnado en programas de dirección es femenino, lo que supone un avance de cinco puntos porcentuales con respecto a otros tantos años y siete si se compara con los datos de hace una década. Por su parte, el ranking de MBA de The Economist sitúa el porcentaje en el 32%.

En España la situación no es diferente. La Cámara de Comercio de Barcelona ha llevado a cabo un estudio para determinar la presencia de mujeres en los MBA de las escuelas de negocio españolas como Iese, Esade, el Instituto de Empresa, La Salle o Eada, entre otras, y ha descubierto que el número de mujeres catalanas que cursan programas de formación de directivos rara vez supera el 50%. De hecho, en total el número de mujeres que se está formando para ocupar puestos directivos no supera el 30%.

El estudio también indica que si nos atenemos exclusivamente a los programas ejecutivos, es decir los MBA y no cualquier otro curso de formación relacionado con la dirección empresarial, la participación de mujeres desciende a menos del 25% -el porcentaje en realidad se refiere al número de alumnas que se examinan del GMAT-. El dato es inferior a la media en Estados Unidos y también en otros países europeos como Reino Unido, Italia, Francia y Alemania.

Sin embargo, lo más llamativo es que las mujeres copan el 60% de las universidades, por lo que no se trata de un problema relacionado con la falta de apetito formativo sino más bien con la formación ejecutiva. Desde la Cámara de Comercio consideran que parte de esta tendencia se debe a la falta de estímulos para una mujer a la hora de cursar un MBA. Y es que este tipo de programas no son del todo compatibles con la vida familiar.

En Estados Unidos los MBA suelen cursarse a una edad más temprana, pero en Europa y en España, este tipo de programas se suelen reservarse para profesiones con algo más de experiencia laboral. De hecho, la edad media oscila entre los 30 y los 35 años. Esto hace que deba aplazarse la formación de una familia y la maternidad o el MBA. Siempre es posible intentar compaginar ambas, pero la exigencia de los MBA suele ser alta y las principales opciones de promoción profesional suelen surgir al poco tiempo de salir del aula.

Además, las perspectivas laborales para una mujer que aspira a puestos directivos no son precisamente las mejores. El estudio también aporta datos concretos que completan los anteriormente mencionados. Según sus investigaciones, las mujeres ocupan tan sólo el 11% de los cargos directivos, el 8,25% de los miembros de los consejos de administración y el 4,5% de la dirección general de las empresas. Pero éste no es su único problema, ya que las mujeres también cobran menos en los puestos directivos. Si bien la remuneración de quien participa de uno de esos programas en una escuela española de referencia incrementa su remuneración entre el 63% y el 85%, las mujeres seguirán cobrando menos.

Según la Cámara de Comercio, el sueldo medio de un directivo que cuenta con un MBA asciende a 68.000 euros, mientras que el de una mujer directiva se sitúa en 60.000 euros, un 11,8% menos.

Fuente: waytomba.com

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