El IPADE Business School rindió homenaje a Carlos Llano Cifuentes, su fundador, en una ceremonia especial a la que asistieron egresados, profesores, allegados y familiares de quien fuera uno de sus principales impulsores, al cumplirse un año de su fallecimiento, ocurrido el 5 de mayo de 2010.
En el acto conmemorativo, Alfonso Bolio Arciniega, director general del Instituto,recalcó el papel fundamental que el filósofo y empresario jugó en la concreción del proyecto que el líder del Opus Dei se planteó a fines de los años sesenta: establecer en México una escuela de negocios cuyo objetivo fuera profesionalizar el quehacer directivo con una visión humana y cristiana. “San Josemaría Escrivá fue el inspirador; Carlos Llano, su realizador”, apuntó.
Sobre su faceta como fundador de otras instituciones (entre las que se encuentra la Universidad Panamericana y la Revista istmo) y de la unidad de vida lograda por su mentor, departió Mons. Francisco Ugarte Corcuera, vicario regional de la Prelatura del Opus Dei, quien destacó su aportación a la enseñanza del management.
“Él tenía siempre el interés y el deseo de transmitir que antes de buscar resultados en la organización, lo más importante es que la persona logre desarrollarse, porque de eso dependen precisamente los resultados. Defendió que un modo digno de dirigir consiste en centrarse en el individuo que debe llevar a cabo la tarea”, puntualizó.
Ugarte recordó otras cualidades que distinguían al fundador del Instituto: su estilo de mando, que se enfocaba en la enseñanza personalizada de cada uno de sus colaboradores; su unidad de vida, al ser un director consistente con lo que predicaba; su constancia, al trabajar de forma incansable; su alegría y buen humor, a pesar de que contaba con un carácter duro y exigente, y su profundidad de pensamiento y gran espíritu de servicio a los demás.
Arturo Picos Moreno, profesor del Área de Filosofía y Empresa, realizó una semblanza de Llano en la que reconoció que buena parte desu herencia se refleja en el modo de ser del IPADE Business School, y que tanto colaboradores como empresarios deben mantener vivo su legado, así como recordar que transformar la persona del director es la única forma de transformar a la empresa.
“Es una gran alegría ver cómo, a un año de su partida, la gente lo sigue queriendo y cómo sigue siendo un ejemplo para muchas personas. Un punto que yo quisiera resaltar es que todos recordamos cómo el tiempo que te dedicaba, fueran 10 segundos o una hora, lo hacía con el 100% de su ser y de su inteligencia. Para nosotros siempre fue una gran fuente de cariño y confianza”, expresó Esteban Llano Cué, sobrino del fundador.
En la ceremonia se aprovechó además la ocasión para develar la placa conmemorativa del primer aniversario luctuoso del Dr. Llano, ya que de ahora en adelante, la antes denominada “Aula Panamericana”, la más importante del Instituto, llevará su nombre.
Fuente: Ipade.mx